Peregrinando

Peregrino: Dicho de una persona: Que anda por tierras extrañas.

Mi foto
Nombre: Tano
Ubicación: Las Condes, Santiago, Chile

Fotolog

jueves, mayo 03, 2007

Recorriendo África en bicicleta

Israel Tapias y José Miguel Herrero son dos jóvenes deportistas segovianos que, junto a otros dos salmantinos, se han propuesto cruzar de Sur a Norte el continente africano recorriendo los países bañados por el Océano Índico. En abril realizaron la primera etapa recorriendo unos 3.000 kilómetros entre Sudáfrica y Lesoto; y ya tienen prevista la siguiente etapa para el mes de octubre.

África es el último continente con secretos por descubrir, con zonas casi inexploradas, con naturaleza virgen, donde el turismo aún no ha transformado la vida de sus habitantes y donde las aventuras están aseguradas. Con estas característica, es lógico que los nuevos amantes de la naturaleza y de la aventura acudan al continente africano a saciar su hambre de nuevos retos. Entre estos aventureros se encuentran los deportistas segovianos Israel Tapias y José Miguel Herrero que, junto a otros dos compañeros de viaje salmantinos, se han propuesto el reto de atravesar el vasto continente de Sur a Norte, empezando en Ciudad del Cabo para terminar en el norte de Marruecos, un recorrido de más de 25.000 kilómetros que tendrán que abordar en unas diez etapas.

La primera etapa, que realizaron el pasado mes de abril, discurrió principalmente por territorio sudafricano, aunque también atravesaron el pequeño país de Lesoto. En total realizaron más de 3.000 kilómetros, la mitad de ellos en bicicleta la otra en una furgoneta que alquilaron en el lugar de partida: Ciudad del Cabo, a donde llegaron el pasado 14 de abril desde Madrid. El recorrido por Sudáfrica estaba planeado en diez etapas, para lo que contaban con 12 días, por lo que tuvieron que ser muy rigurosos con el tiempo. Así las cosas, se levantaban a las siete de la mañana para comenzar a rodar una hora después, tras haber realizado un intenso desayuno. Sin tiempo para descansar, al final del día, cuando el sol se ocultaba, cogían la furgoneta para buscar alojamiento en la ciudad de destino o conducían hasta una zona con mayores ofertas de alojamiento. Solían pasar la noche en albergues de “mochileros”, los conocidos “back-packers”, que suelen ser lugares bastante económicos y que incluyen el desayuno.

Aclimatación

Mientras que las primeras jornadas sirvieron de aclimatación y para organizarse, el cuarto día comenzó la auténtica aventura, con una larga etapa de 200 kilómetros que les llevaría hasta el Cabo de Agujas, el lugar donde se juntan el Océano Atlántico y el Índico. Desde allí en coche hasta Mosselbaai, punto de partida de la Ruta Jardín o “Garden Route”. Desde este momento, la media diaria de kilómetros en bicicleta de montaña era de unos 150, una cifra elevada aunque no hubo problema ya que iban a buen ritmo, y es que como deportistas reconocen que había cierto “pique” sano entre ellos, lo que les hacía avivar el ritmo de la marcha.

Durante la travesía por Sudáfrica recorrieron varios Parques Nacionales de gran belleza, en los que pudieron disfrutar de la infinita paz en plena naturaleza que sólo se puede encontrar en África. Elefantes, tortugas gigantes, monos, o cebras son sólo alguno de los animales más representativos del continente africano con el que los deportistas tuvieron la suerte de cruzarse. En alguna ocasión tuvieron que subir a la furgoneta, pues había zonas habitadas por animales peligrosos como leones y otros felinos. Aunque, con el tiempo, pudieron comprobar que éstos no eran los animales más peligrosos, ya que el único “incidente” serio del viaje se produjo cuando les robaron en la furgoneta; el culpable fue un enorme babuino que se abalanzó sobre el vehículo al ver que en su interior había comida. Ante semejante ataque, los aventureros no pudieron hacer otra cosa que esperar a que el simio terminara la faena.

Este pequeño incidente, que no deja de ser una mera anécdota, fue la situación de mayor “peligro” que vivieron los jóvenes deportistas, ya que aseguran que durante todo el viaje los lugareños fueron en todo momento excelentes anfitriones, algo que les sorprendió mucho, pues pensaban encontrarse con algún que otro problema. En este sentido, tanto Israel como José Miguel coinciden en afirmar que ha sido un viaje sin sobresaltos, que les ha hecho conocer la auténtica situación de Sudáfrica, donde se intenta combatir el racismo y acabar con la negativa idea que los occidentales tenemos del país a través del respeto por los turistas.

La primera etapa de “Rodando África” aún no ha terminado, pues nada más llegar a España han tenido que acudir a los diferentes medios de comunicación locales para narrar sus aventuras, acudir a las empresas para buscar patrocinadores que se unan a los ya existentes (Hotel del Buen Amor, Restaurante La Golondrina, Dportes La Granja, taverna The Wild Guiss y Café Bar Devinos) y así poder continuar con la aventura. Entre los proyectos que han iniciado se incluye la realización de una exposición con las fotografías de la primera etapa y de un documental en el que resumirán toda la aventura final. De momento, ya tienen en mente la próxima etapa que abordarán en octubre y que discurrirá por Mozambique. Y, aunque seguro que no será tan “sencilla” como la primera, la belleza de los paisajes, el afán de superación y el amor al deporte que comparten todos los integrantes del grupo, seguro que les impulsarán para conseguir el objetivo de, paso a paso, cruzar el gran África.