Peregrinando

Peregrino: Dicho de una persona: Que anda por tierras extrañas.

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miércoles, abril 25, 2007

El tambor africano y su circunstancia


De todas las grandes culturas musicales del mundo la africana es la que posee la mayor variedad de tambores. Los hay para todas las ocasiones y se diferencian entre sí por la talla, forma, material de que están construidos y por las técnicas y maneras de tocarlos.

Hay tambores de madera, de tierra, de agua, de arena; los hay de una o dos membranas o parches; golpeados (percusión) y de fricción. Algunos se tocan con las manos y otros con palillos; unos de pie, otros sentado; los hay axilares y los que se cuelgan de los hombros; los de tensión variable, que se consigue aplicándose a la piel el fuego directo, o dispositivos de cuerdas o madera para estirar o relajar su tensión.

Existen tambores para la guerra, la caza, las danzas, las fiestas paganas, religiosas, los ritos funerarios o iniciáticos de los jóvenes llegados a los umbrales de la edad adulta.

Indicaciones a los danzantes

En el curso de las danzas festivas los tambores se imponen, al subrayar la medida del ritmo, con lo que da a los danzantes las indicaciones "cifradas" de los movimientos. Como instrumento sagrado, acompaña cantos de alabanza a las divinidades o los antepasados, como sucede en las sociedades Akán de Ghana y yoruba de Nigeria.

En las practicas de iniciación sexual el tambor "sugiere" cadencias y movimientos que ayudan al iniciado a "desenvolverse" con soltura en sus próximas actividades corporales.



Ceremonias secretas

Llama la atención una utilidad terrorífica proveniente del Alto y Bajo Congo, regiones en las que existe una clase de tambor de fricción, rodeado de puntas de flechas o de largas púas de bambú, utilizado en las más secretas ceremonias de sacrificio y de iniciación, incluidas muertes rituales de los prisioneros, que se ejecutan sobre el mismo instrumento. La sonoridad del tambor simboliza la voz del leopardo y los mortíferos ornamentos se transforman en las garras de la fiera.

En contraste, en la fastuosa corte de los soninkes de Ghana, algunos de cuyos ceremoniales se comparan con los del Egipto faraónico y los reinos nubios de Kush, los tambores son sinónimo de elegancia y poderío. Según testimonios del historiador Abu Obei El-Bekri, del siglo XI, el arribo del rey a su audiencia era anunciada por el percutir de un tambor llamado duba, hecho de una sola pieza, de un enorme tronco de árbol ahuecado. A su vez, el famoso viajero e historiador magrebí Iben Batuta nos ha dejado descripciones de las impresionantes ceremonias del imperio mandinga de Malí, en las que el aparato militar rivalizaba en majestuosidad con orquestas en las que predominan tambores y trompetas.

Tambien podriamos citar la importancia que los tambores tuvieron como vía de comunicación a distancia. A los negros africanos que fueron llevados como esclavos al nuevo contienente se les prohibió usarlo, para evitar una temprana conspiración.

Y esto en muchos sentidos es cierto ya que los tambores en Africa han servido, desde tiempo inmemorial, como una "telegrafía sin hilos", sólo que en vez de usar un código especial como el Morse, los negros africanos se han basado en la transcripción directa del habla con su entonación precisa, empleando tambores que reproducen diferentes tonos.

POR EJEMPLO, EL tambor de doble parche en forma de reloj de arena conocido como batá, es idóneo para "hablar" ya que una batería de tres tambores produce seis sonidos básicos, más otros que obtiene de la depurada técnica de los tamborileros.

En la familia de tambores "parlantes" se encuentran también los pequeños tama y dundun, cuyos ejecutantes le exigen una conversa climática que asciende a niveles de "discusión" rítmica entre el instrumento y el bailador. Misma situación de "diálogo" se puede apreciar en la rumba cubana, en la bomba borinqueña, en la batucada brasileña y en algunas danzas hatianas en las que se emplean combinaciónes de dos, tres o más tambores.

Recientemente se han descubierto en el Africa central tambores de piedra con oquedades que probablemente eran cubiertos con cuero estirado y que en opinión de los arqueólogos se utilizaban para "conversar" de cueva a cueva o enviar "mensajes subterráneos".

Tambien se descubrio que era práctica común colocar trasversalmente un tronco ahuecado en la boca de un foso natural para obtener una resonancia mayor al ser golpeado. Este fue el antecedente del sistema de amplificación del sonido, como el arco de tierra al arco de caza.